El proceso de envejecimiento comienza a partir de los 35 años y continúa de manera más evidente a partir de los 40. El paso del tiempo y nuestro estilo de vida hacen que nuestro organismo comience a perder su poder renovador. Es entonces cuando aparece el envejecimiento con todos sus síntomas. No solo en el aspecto estético (arrugas y otros signos externos), sino como el inicio de sus síntomas; cansancio, pérdida de claridad mental, cambios en la composición corporal, disminución del deseo sexual, dolores musculares y articulares entre otros sino también la aparición de enfermedades y otras dolencias más importantes que se gestan en nuestro organismo y que pueden reducir nuestra energía y salud, restando años a nuestra vida.

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Desde el punto de vista científico, el envejecimiento es el resultado del daño celular y sub-celular que se produce con el paso del tiempo (Premio Nobel Medicina 2009). Esta es la causa de la aparición de las enfermedades relacionadas con la edad, tales como las cardiovasculares, el cáncer, las neuro-degenerativas, demencia, Alzheimer, Parkinson, diabetes, osteoporosis y artrosis.

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A partir del último siglo, las enfermedades relacionadas con el envejecimiento celular son las principales causas de muerte en las sociedades desarrolladas. Estas se relacionan directamente con los hábitos de vida (estrés, alimentación, ejercicio, etc.) y el declive de una serie de biomarcadores metabólicos y hormonales en sangre que llevan al deterioro celular y sub-celular.

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Actuando sobre las causas anteriormente descriptas podemos evitar, retrasar y revertir este proceso y por lo tanto mejorar nuestra calidad de vida independientemente de nuestra edad cronológica.